Con la fama de meticulosa e incluso algo obsesiva que se ha granjeado Selena Gómez, seguro que se ha llevado un buen disgusto al ver estas fotos: ella siempre tan emperifollada (tanto que se echa años encima), tan monísima y sexy y se deja la lengua de color azul. Seguramente comió alguna chuchería cargadita de colorante y se descuidó de lavarse los dientes. El resultado: una lengua sucia y no precisamente por soltar tacos.
Parece mentira que la novia de Justin Bieber, que siempre ha mantenido una imagen híper cuidada y que vela tan al detalle por sus estilismos, incluso cuando ha disfrutado de días de vacaciones junto a su famoso chico, haya caído en un descuido tan tonto. ¿Qué pensará Bieber de esa lengua? ¿Le dará repelús o todo lo contrario?
Por cierto, aprovecho ese primerísimo primer plano de la boquita de piñón de Selena para plantear una duda que me ronda por la cabeza desde hace algunos meses: ¿no os parece que el volumen de los labios de la cantante ha ido creciendo en los últimos tiempos? Yo diría que sus labios antes eran algo más finos…
Qué ironías, unos labios tan sensuales, una dentadura blanca hasta brillar (¡más que blanqueador dental diría que ha usado lejía!) y perfectamente alineada, y se deja la lengua manchada… Si parece que se está transformando en pitufa… Debe ser las cosas de convertirse en estrella internacional y pretender ser una mujer sexy cuando una aún es una adolescente.
Es una tilinga que no se lava los diente pobre Justin, hasta seguro que Cerdena tiene mal aliento.
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